No sé si recuerden que anteriormente les había comentado que tuve la oportunidad de vivir en Perú durante varios años, para ser más exacta viví en Lima, la capital y epicentro del grueso de la población de este país.
Ya les había hablado de Lima en una oportunidad anterior y
les conté que es una ciudad costera con hermosos malecones que la decoran a lo
largo de gran parte de su litoral costero. Sin embargo, también tiene hermosas
playas y la mayoría están justo debajo de esos bellos malecones.
Pero existe una playa en particular que es diferente a todas las demás, a esta playa te apetece ir hasta en los días más fríos del invierno limeño y yo tenía la suerte de vivir muy cerca de ella, les estoy hablando de la Herradura. Esta playa es de piedras, aunque cuenta la historia que hace muchos años fue de arena y era el balneario más importante del país, las familias más adineradas de Perú y otros países pasaban ahí sus vacaciones de verano. Incluso intentaron volverla a convertir en playa de arena pero el mar no lo permitió.
Y es que el mar de la Herradura es muy particular, es
excelente para los surfistas más avanzados, sus olas tienen gran fuerza y con
una buena corriente, recuerdo que le decía en broma a una amiga: “esta ola nos
regresa a la casa”.
Pero si tu onda no es tan #BajoDelMar, no te preocupes que
también puedes encontrar una gran variedad de bares, restaurantes y discotecas
en la bahía de esta playa, o si prefieres estacionar el auto y pasar un buen
rato con tu grupo de amigos tomando algo también es el lugar perfecto.
La Herradura nunca duerme, en el día podrás apreciar a varias personas
realizando algo de graffiti en una casa abandonada que se convirtió en un lugar
de arte urbana. Esta playa es el lugar de los jóvenes por excelencia, algunos
van para pintar, otros a nadar, también están los que prefieren ir de fiesta a
este lugar y los que disfrutan realizando deportes más extremos como surf o mejor
aun montando skate o longboard y bajar a toda velocidad esas empinadas
carreteras que desembocan en la bahía de esta playa.
No importa cuales sean tus intereses, la Herradura se adapta a todos los gustos y es perfecta para que la visites en verano o en invierno, solo, con amigos, en familia o en pareja y si no quieres planes tan alocados simplemente puedes disfrutar de la vista, dar un paseo por el mirador y disfrutar del salto del fraile que queda de camino a esta hermosa playa.
Así que ya sabes, no existen excusas para estar en Lima y no
ir, porque a La Herra (como le digo de cariño) se va hasta en invierno. Solo necesitas de buena actitud para dejarte envolver en la Herradura y por
supuesto… ¡Una cámara para guardar los recuerdos!
Mí muñeca escribes muy bien, gracias por compartir tus experiencias de viajes
ResponderEliminar