O peor aún, la comparación que hizo un amigo de la
universidad para describir el cielo de Lima, quien muy peculiarmente me dijo: “el
cielo de Lima es de gris como la panza de un burro”.
Sí es así, o tal vez tengas una imagen errada por
referentes como “la señorita Laura”. Pues déjame decirte que este país y su
capital tienen más para ofrecer que unos carritos “sangucheros”, polladas y un
cielo gris panza de burro.
Vista de la Costa Verde desde el malecón de Chorrillos |
Tiene la ventaja de toda ciudad costera con un
imponente mar que le imprime belleza y algo de calma, no hay mejor remedio para
un día de estrés o cura para un corazón roto que dar un paseo por sus malecones
y contemplar la mezcla de verdes prados, flores y árboles con un gran Pacífico
de fondo, en que se puede ver el reflejo de una imponente cruz que nos recuerda
la historia que vivió el país unas décadas atrás. Y más al fondo podemos ver
algunas islas que son parte del territorio nacional.
Malecón de Miraflores |
Costa Verde y playa en San Miguel |
Aunque no les recomiendo hacer, pues no está permitido y puedes escuchar una voz con autoridad decir: “Jóvenes no está permitido libar en la vía pública” como varias veces nos lo dijeron algunos serenazgos en la época de la universidad a más de uno.
Palacio de Gobierno - Centro Histórico |
Barranco, su distrito artístico y bohemio por excelencia,
donde podemos encontrar un ambiente totalmente cultural y artesanal, es un
distrito increíble, donde se ve esa mezcla de modernidad y conservación de
casonas antiguas.
Otros lugares realmente agradables son Miraflores y
San Isidro, donde se encuentra el centro comercial y financiero de la ciudad. Todos
estos estratégicamente ubicados limitando con el mar para que conserven la
magia de la ciudad.
Y si aún no los convenzo que Lima si es bonita, les
comparto la publicación Lima en cuarentena - Tito Köster. Publicado el 25 de marzo que me inspiró y recordó lo linda que puede ser la mal
llamada Lima la gris.
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