Rieles del tren de Hidroeléctrica - Aguas Calientes |
Les apuesto que antes de leer este post ustedes no creerían
que yo fuera capaz de realizar esta travesía, y es que seamos honestos ni yo
daba un peso por mí al inicio. Pero para sorpresa de todos … ¡Lo logré!
¡I’M A WARRIOR!
Esta travesía empieza en Cusco ¿recuerdan que ya les conté
lo emocionante que es esa ciudad? Bueno, pues resulta que tenía todo el deseo
por conocer Machu Picchu (experiencia épica que les contaré después) pero poco
presupuesto. Estaba en el cuarto del hotel pensando en cómo haría para llegar a
Machu Picchu con mi corto presupuesto, ya había averiguado un poco antes de
viajar hasta Cusco, pero no es lo mismo cuando ya estás ahí.
Y entonces (casi que con música celestial de fondo) mis
extremadamente amables compañeros de cuarto argentinos me contaron el recorrido
que habían hecho. Mismo que resolví haría yo. Entonces con una agencia salí en
bus, de esos pequeños como ruta escolar, desde Cusco hasta Hidroeléctrica. ¡son
como unas 7 horas de viaje! En una carretera en la que por momentos empiezas a
rezar por llegar a tu destino.
Ruta a Hidroeléctrica en bus |
Al llegar a hidroeléctrica empieza lo #hardcore, tenía dos
opciones: pagar el trayecto en tren que duraba una hora por $30 dólares, o
caminar por los rieles del tren por tres horas. Y mi yo tacaño, digo sin
presupuesto, decidió caminar pensando que sería fácil.
Paisaje natural entre Hidroeléctrica y Aguas Calientes |
Los primeros cinco minutos fueros decisivos, tenía que subir
una montañita en medio del bosque, donde realmente pensé en regresarme, pero el
tren ya había partido. Al superar esa terrible prueba física empezaba el camino
por los rieles del tren, déjenme decirles que sentía los rieles y las piedritas
como si estuviera caminando descalza, y el clima no era lo mejor pues pasaba de
un aguacero que te mojaba hasta los pensamientos a un sol que sentías la cabeza
explotar.
Caminata por los rieles del tren |
Pero no todo fue malo, el grupo con el que realicé esta ruta
era genial, la camaradería y compañerismo de todos los que realizaban esta
travesía era única, no te dejaban morir, literal no te dejaban atrás y te daban
ánimo para seguir, de verdad chicos gracias mil “WE’RE WARRIORS” y el paisaje era
maravilloso, realmente te hacía sentir que estaban llegando a un lugar mágico.
Montaña que oculta a Machu Picchu |
Cuando empezó a oscurecer, ahí sí me asusté y empecé a pedir
perdón por todos mis pecados jaja, moría de susto de pensar que algún animal
fuera aparecer o quedar ahí totalmente a oscuras. ¡Es que literal estábamos
caminando en medio del bosque y la selva montañosa!
Caminando sobre los rieles para cruzar el río |
El momento más épico fue cuando después de pasar el último
túnel, vimos a lo lejos las casitas del pueblo, es uno de los momentos donde he
sentido más esperanza en mi vida, y ni les cuento lo memorable que fue cuando
pusimos nuestro pie en la plaza principal del pueblo de Aguas Calientes en el
momento justo en que oscureció.
Warriors, equipo de travesía |
Y finalmente debo confesar, que mi cara de meme cuando me
enteré que a mí el tren me lo cobraban como a nacional, es decir, S/. 5 (nuevos
soles peruanos) y no $30 dólares como pagan los extranjeros fue única. Pero ¿saben qué? No me arrepiento de esa
travesía, fue una experiencia maravillosa que me permitió disfrutar y compartir
con la naturaleza, además de probarme que si me lo propongo puedo lograr muchas
cosas y estoy segura que ustedes también.
Pueblo de Machu Picchu, Aguas Calientes |
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