domingo, 17 de mayo de 2020

Aguas Calientes, una travesía para llegar

Rieles del tren de Hidroeléctrica - Aguas Calientes

Les apuesto que antes de leer este post ustedes no creerían que yo fuera capaz de realizar esta travesía, y es que seamos honestos ni yo daba un peso por mí al inicio. Pero para sorpresa de todos … ¡Lo logré!

¡I’M A WARRIOR!


Esta travesía empieza en Cusco ¿recuerdan que ya les conté lo emocionante que es esa ciudad? Bueno, pues resulta que tenía todo el deseo por conocer Machu Picchu (experiencia épica que les contaré después) pero poco presupuesto. Estaba en el cuarto del hotel pensando en cómo haría para llegar a Machu Picchu con mi corto presupuesto, ya había averiguado un poco antes de viajar hasta Cusco, pero no es lo mismo cuando ya estás ahí.

Y entonces (casi que con música celestial de fondo) mis extremadamente amables compañeros de cuarto argentinos me contaron el recorrido que habían hecho. Mismo que resolví haría yo. Entonces con una agencia salí en bus, de esos pequeños como ruta escolar, desde Cusco hasta Hidroeléctrica. ¡son como unas 7 horas de viaje! En una carretera en la que por momentos empiezas a rezar por llegar a tu destino.
Ruta a Hidroeléctrica en bus
Al llegar a hidroeléctrica empieza lo #hardcore, tenía dos opciones: pagar el trayecto en tren que duraba una hora por $30 dólares, o caminar por los rieles del tren por tres horas. Y mi yo tacaño, digo sin presupuesto, decidió caminar pensando que sería fácil.
Paisaje natural entre Hidroeléctrica y Aguas Calientes
Los primeros cinco minutos fueros decisivos, tenía que subir una montañita en medio del bosque, donde realmente pensé en regresarme, pero el tren ya había partido. Al superar esa terrible prueba física empezaba el camino por los rieles del tren, déjenme decirles que sentía los rieles y las piedritas como si estuviera caminando descalza, y el clima no era lo mejor pues pasaba de un aguacero que te mojaba hasta los pensamientos a un sol que sentías la cabeza explotar.

Caminata por los rieles del tren
Pero no todo fue malo, el grupo con el que realicé esta ruta era genial, la camaradería y compañerismo de todos los que realizaban esta travesía era única, no te dejaban morir, literal no te dejaban atrás y te daban ánimo para seguir, de verdad chicos gracias mil “WE’RE WARRIORS” y el paisaje era maravilloso, realmente te hacía sentir que estaban llegando a un lugar mágico.
Montaña que oculta a Machu Picchu
Cuando empezó a oscurecer, ahí sí me asusté y empecé a pedir perdón por todos mis pecados jaja, moría de susto de pensar que algún animal fuera aparecer o quedar ahí totalmente a oscuras. ¡Es que literal estábamos caminando en medio del bosque y la selva montañosa!
Caminando sobre los rieles para cruzar el río
El momento más épico fue cuando después de pasar el último túnel, vimos a lo lejos las casitas del pueblo, es uno de los momentos donde he sentido más esperanza en mi vida, y ni les cuento lo memorable que fue cuando pusimos nuestro pie en la plaza principal del pueblo de Aguas Calientes en el momento justo en que oscureció.
Warriors, equipo de travesía
Y finalmente debo confesar, que mi cara de meme cuando me enteré que a mí el tren me lo cobraban como a nacional, es decir, S/. 5 (nuevos soles peruanos) y no $30 dólares como pagan los extranjeros fue única.  Pero ¿saben qué? No me arrepiento de esa travesía, fue una experiencia maravillosa que me permitió disfrutar y compartir con la naturaleza, además de probarme que si me lo propongo puedo lograr muchas cosas y estoy segura que ustedes también.
Pueblo de Machu Picchu, Aguas Calientes

¡WE ARE ALL WARRIORS, LET'S FIGHT FOR OUR DREAMS!


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