¿Alguno de ustedes ha cargado una anaconda en el cuello? Pues les cuento que yo sí, claro no la más grande de las anacondas, sino una baby, esto sucedió en mi viaje por la Merced. Una región de Perú ubicada en la ceja selva que cuenta con la magia de la selva y la frescura de la montaña, aunque es un lugar donde hace calor, pero es ideal para visitar y relajarte con sus hermosos paisajes.
En la Merced, puedes realizar tours
por las producciones de café y sus productos derivados, puedes probar tragos exóticos
de la selva y jugos de frutas que no encuentras en el resto del país, como el
famoso quito-quito, que no es nada más y nada menos que la fruta conocida como
lulo en Colombia, la cual por años busqué en Perú hasta perder la esperanza y
en este viaje accidentalmente la encontré.
También pueden ir a visitar las cataratas
o el puente colgante más antiguo de la zona, cargar anacondas y trepar en los
árboles, es realmente un lugar lleno de aventura y naturaleza, con paisajes que
te hacen olvidar todos los problemas.
Otra actividad imperdible es visitar
las comunidades nativas de la zona y tener maravillosas experiencias,
participar de sus bailes y ceremonias y llevarte uno que otro recuerdo artesanal
para tu hogar, como la hermosa mariposa tejida que le compré a los Ashánincas.
Así que, si algún día quieren
disfrutar de la magia de la selva teniendo hermosas montañas de fondo en el
paisaje y disfrutar de una experiencia junto a los nativos, no duden de ir a la
Merced donde se pueden comer un rico helado de café, tomarse un jugo de
quito-quito y probar valentía con una anaconda en el cuello.
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